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“España contratará en el extranjero a miles de electricistas, carpinteros y albañiles”

El pasado 28 de Octubre saltó la noticia: “España contratará en el extranjero a miles de electricistas, carpinteros y albañiles”. Las empresas españolas tendrás más fácil que nunca la contratación de trabajadores de la construcción en el extranjero, según recogió el ejecutivo nacional. Hace años, el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura donde se recoge el perfil de profesionales que, en teoría, escasean, tan solo reconocía personas en buques y deportistas y entrenadores profesionales. A partir del lunes 31 de octubre se ampliará a más de 30 oficios, todos relacionales con la construcción; Electricistas, soldadores, carpinteros, albañiles son algunos ejemplos.

Lo que a priori, ante la gran demanda, parece una excelente buena noticia para toda la nación, no debería ser la venda en los ojos que oculte la realidad de un problema de fondo. ¿Cómo es posible que en un país con casi de 3 millones de parados (2.980.200 para ser exactos) según los últimos datos conocidos de la EPA tenga que buscar mano de obra fuera de nuestras fronteras? ¿Cómo se ha llegado a este problema? ¿Cómo podemos resolver el futuro de las próximas generaciones?

Con unas elecciones a la vuelta de la esquina, quizás es momento de analizar el modelo productivo y formativo que tenemos en nuestro país. ¿Qué podemos acciones se deben realizar para no acentuar este problema? ¿Cómo debemos volver a hacer atractivo el sector de la construcción? Es razonable pensar, que un problema de este calibre no se solucionará en un año, pero en los próximos años se deben poner los cimientos de una base que conduzca a generar mano de obra de calidad nacional, donde un empresario deje de rechazar un número elevado de obras por falta de personal.  Aún estamos a tiempo.